«Após a Segunda Guerra Mundial, o Direito Internacional moderno foi estabelecido com a ideia de combater a «propaganda de guerra» (Resolução 110 da Assembleia Geral das Nações Unidas, de 3 de Novembro de 1947 e Resolução 381 de 17 de Novembro de 1950). Rapidamente, os legisladores internacionais, quer dizer os Estados soberanos, acordaram que não se podia lutar contra a guerra senão velando pela «livre circulação das ideias» (Resolução 819 de 11 de Dezembro de 1954).
Ora, no decurso dos últimos anos, assistimos a um recuo extraordinário que nos priva do pensamento dos outros, nos expõe à propaganda de guerra e, por fim, nos precipita para um conflito mundial. Este fenómeno começou com a censura privada nas redes sociais do Presidente em exercício dos Estados Unidos, depois continuou com a censura pública dos media russos no Ocidente. Agora, o pensamento alheio já não é entendido como um instrumento de prevenção das guerras, mas como um veneno que nos ameaça.
Os Estados ocidentais dotam-se de instâncias encarregadas de «rectificar» as informações que eles dizem falsificadas (fake news). A OTAN pensa na criação de uma unidade, baptizada Information Ramstein, encarregue de censurar já não mais as fontes de informação russas, mas as ideias russas no meio dos 30 Estados membros da Aliança Atlântica. Trata-se de uma completa reviravolta de valores da Aliança Atlântica que foi baseada na continuação da Carta do Atlântico, a qual incorporava as «quatro liberdades» do Presidente Franklin Roosevelt. Sendo a liberdade de expressão a primeira delas.»
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«Después de la Segunda Guerra Mundial, el derecho internacional se constituyó con la idea de contrarrestar la «propaganda de guerra» (ver la resolución 110 de la Asamblea General de la ONU, adoptada el 3 de noviembre de 1947 y la resolución 381 del 17 de noviembre de 1950). Rápidamente, los legisladores en temas internacionales, o sea los Estados soberanos estuvieron de acuerdo en que sólo era posible luchar contra la guerra garantizando la «libre circulación de las ideas» (Ver la (resolución 819 del 11 de diciembre de 1954).
Sin embargo, durante los últimos años ha podido verse un extraordinario retroceso que nos impide saber lo que piensan los demás, nos deja a la merced de la propaganda de guerra y, en definitiva, nos empuja hacia un conflicto mundial. Ese fenómeno comenzó con la censura privada ejercida en las redes sociales contra un presidente estadounidense en funciones, continuó después con la censura pública [de los gobiernos] ejercida en Occidente contra los medios rusos. Y, en este momento, el acceso al pensamiento de los demás ya no se ve como una herramienta que debe evitar las guerras sino como un veneno.
Así que Estados occidentales se dotan de órganos encargados «corregir» o «rectificar» las informaciones que ellos tildan de falsas, de fake news. En este momento, la OTAN se plantea la creación de una unidad que se denominaría Information Ramstein y cuya misión ya no será censurar las fuentes de información rusas sino censurar las ideas rusas en los 30 países miembros de la alianza atlántica. Eso marca una inversión total de los valores de la alianza atlántica, fundada en base a la Carta del Atlántico, documento que incluía las «cuatro libertades» del presidente Franklin Roosevelt. La primera de esas libertades es la libertad de expresión.»
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