Crónicas do Grande Despertar | Crónicas del Gran Despertar

24/09/2022

O sonho europeu morreu | El sueño europeo ha muerto



«“Desde o primeiro dia estivemos ao lado da Ucrânia, com armas, com dinheiro, com hospitais para os refugiados e com sanções (contra a Rússia), as mais fortes e firmes que o mundo jamais viu. Retiramos três quartas partes do sector bancário russo dos mercados internacionais, mil empresas internacionais saíram da Rússia. A Aeroflot foi obrigada a deixar os seus aviões parados porque não existem peças sobresselentes. O exército russo vê-se na necessidade de retirar chips nos frigoríficos e outros electrodomésticos para os seus veículos porque não têm semicondutores. Foi o Kremlin que deu cabo da economia. É o preço que a destruição de Putin faz pagar ao povo russo. Que as coisas fiquem claras: as sanções estão aqui e vão continuar. Devemos mostrar-nos determinados, não devemos procurar o apaziguamento. As coisas devem ficar muito, muito claras.”

Com efeito, as coisas estão muito, muito claras. O discurso de Ursula von der Leyen é um discurso de guerra. As suas palavras não deixam lugar a qualquer dúvida. “Não devemos procurar o apaziguamento”. É, pois, o momento da guerra. “Devemos procurá-la e alimentá-la, até ao aniquilamento da Rússia.”
A elite europeia, degenerada, desalmada e criminosa, encaminha-nos para o precipício de uma catástrofe incomensurável, o abismo de uma guerra espantosa que desembocará na destruição completa de tudo quanto se construiu e criou na Europa ao longo de dois mil anos.
Esta Europa que nos tinham vendido como o final feliz e luminoso de uma longa história de conflitos e desencontros, como o garante da paz, da prosperidade e da fraternidade entre os povos, pelos séculos dos séculos, converteu-se numa máquina de guerra, de ódio, de pobreza e de opressão. Esta Europa já tirou a máscara e mostra-se tal como é: uma potência belicosa, expansionista, autoritária e violenta. Uma máquina de destruição, de miséria e de escravidão. O sonho europeu morreu, e sobre as suas cinzas está a nascer um pesadelo.»

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«“Desde el primer día hemos estado al lado de Ucrania, con armas, con dinero, con hospitales para los refugiados y con sanciones (contra Rusia), las más fuertes y firmes que el mundo haya nunca visto. Hemos retirado las tres cuartas partes del sector bancario ruso de los mercados internacionales, mil empresas internacionales han salido de Rusia. Aeroflot debe dejar sus aviones en el suelo porque no hay repuestos. El ejército ruso se ve en la necesidad de coger chips en las neveras y en otros aparatos electrodomésticos para sus vehículos porque no tienen semiconductores. Es el Kremlin quién ha puesto la economía sobre la vía del olvido. Es el precio que la destrucción de Putin hace pagar al pueblo ruso. Que queden las cosas claras: las sanciones están aquí y van a permanecer. Debemos mostrarnos determinados, no debemos buscar el apaciguamiento. Las cosas deben quedar muy, muy claras.”

En efecto, las cosas están muy, muy claras. El discurso de Ursula von der Leyen es un discurso de guerra. Sus palabras no dejan lugar a ninguna duda. “No debemos buscar el apaciguamiento”. Es, pues, el momento de la guerra. “Debemos buscarla y alimentarla, hasta el aniquilamiento de Rusia”.
La élite degenerada, desalmada y criminal europea nos encamina al precipicio de una catástrofe inconmensurable, al abismo de una guerra espantosa que desembocará en la destrucción completa de todo cuanto se ha construido y creado en Europa en dos mil años.
Esta Europa que nos habían vendido como el desenlace feliz y luminoso de una larga historia de conflictos y desencuentros, como la garante de la paz, la prosperidad y la fraternidad entre los pueblos, por los siglos de los siglos, se ha convertido en una máquina de guerra, de odio, de pobreza y de opresión. Esta Europa ya se ha quitado la máscara y se muestra tal cual es: una potencia belicosa, expansionista, autoritaria y violenta. Una máquina de destrucción, de miseria y de esclavitud. El sueño europeo ha muerto, y sobre sus cenizas está naciendo una pesadilla.»

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