Crónicas do Grande Despertar | Crónicas del Gran Despertar

06/08/2022

Uma agenda globalista | Una agenda globalista



«Se o consenso do pós-guerra se baseava na ideia de que há “uma só humanidade”, o ideal actualizado do Ocidente pós-liberal é que há “um só planeta”, assinala Morgoth [Morgoth’s Review]. O conceito de uma só humanidade permitiu que o Ocidente se tornasse demograficamente multicultural (com o objectivo final de abandonar todas as particularidades culturais a favor dos “cidadãos globais”) e os críticos foram silenciados como “racistas”.

Na nova fase, avizinha-se uma agenda global designada Agenda 2030: a preocupação pelas “mudanças climáticas” e um apelo ao desenvolvimento sustentável, que inclui o racionamento generalizado, o controlo da pegada de carbono, a produção de energia sem combustíveis fósseis, os alimentos sintéticos e outras ideias que, a ser aplicadas, permitirão às famílias multimilionárias e às suas empresas de investimento obter enormes benefícios adicionais, depois de se terem dedicado a perfurar e explorar as jazidas de petróleo.

A nova “transição verde” significa também substituir os direitos básicos e humanos dos passado por “direitos” do clima, da natureza e do planeta no seu conjunto. Quem poderá então decidir o que é ou não é de interesse para o planeta? Cientistas e especialistas, como é evidente, que estão na lista da classe multimilionária e cujas “investigações” e recomendações promovem a agenda das classes endinheiradas.

A sinistra trama deste “desenvolvimento” começa a revelar-se quando se escuta o argumento de que existe demasiada gente no planeta. Na certeza de que, se as emissões de carbono não se reduzem a quase zero, a vida no planeta estará em perigo. Nesta difícil conjuntura, os direitos humanos devem ser reduzidos para o “bem de todos”, mas em lugar de estarmos verdadeiramente submetidos à “natureza”, somos subjugados pela planificação tecnocrática ao capricho dos círculos financeiros.

“Não se pergunta a ninguém se quer um desenvolvimento de acordo com a Agenda 2030”, diz Morgoth. Obviamente, se o nome do jogo é “salvar o planeta”, ninguém poderá votar contra isto. A vida nas “democracias liberais” chega ao fim quando um outro ismo toma o controlo. No entanto, de momento não temos um nome exacto para a nova ordem, pelo que a elite que governa o Ocidente continuará a fingir que defende a “democracia” e a “liberdade”.»

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«Si el consenso de la posguerra se basaba en la idea de que hay “una sola humanidad”, el ideal actualizado del Occidente posliberal es que hay “un solo planeta”, señala [la Revista de] Morgoth. El concepto de una sola humanidad permitió que Occidente se volviera demográficamente multicultural (con el objetivo final de abandonar todas las particularidades culturales en favor de los “ciudadanos globales”) y los críticos fueron silenciados como “racistas”.

En la nueva fase, se avecina una agenda global llamada Agenda 2030: la preocupación por el "cambio climático" y un llamamiento al desarrollo sostenible, que incluye el racionamiento de todo, el control de la huella de carbono, la producción de energía sin fósiles, los alimentos sintéticos y otras ideas que, si se aplican, permitirán a las familias multimillonarias y a sus empresas de inversión obtener enormes beneficios adicionales después de haber explotado y perforado ya los yacimientos de petróleo.

La nueva “transición verde” también significa sustituir los derechos básicos y humanos del pasado por “derechos” para el clima, la naturaleza y el planeta en su conjunto. ¿Quién podrá entonces defender lo que es o no es de interés para el planeta? Científicos y expertos, por supuesto, que están en la nómina de la clase multimillonaria y cuyas “investigaciones” y recomendaciones impulsan la agenda de las clases adineradas.

La siniestra trama de este “desarrollo” comienza a desvelarse cuando se escucha el argumento de que hay demasiada gente en el planeta. Estamos seguros de que si las emisiones de carbono no se reducen a casi cero, la vida en el planeta estará en peligro. En esta difícil coyuntura, los derechos humanos deben ser recortados por el “bien de todo el mundo”, pero en lugar de estar verdaderamente sometidos a la “naturaleza”, estamos siendo subyugados por la planificación tecnocrática a los caprichos de los círculos financieros.

“No se pregunta a nadie si quiere un desarrollo acorde con la Agenda 2030”, dice Morgoth. Por supuesto, si el nombre del juego es “salvar el planeta”, la gente no podrá votar en contra de salvarlo. La vida en las “democracias liberales” llega a su fin cuando algún otro ismo toma el control. Sin embargo, por el momento no tenemos un nombre exacto para el nuevo orden, por lo que la élite gobernante en Occidente seguirá fingiendo que defiende la “democracia” y la “libertad”.»

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