Crónicas do Grande Despertar | Crónicas del Gran Despertar

26/08/2022

Ideias e valores do Ocidente (e 3) | Ideas y valores de Occidente (y 3)



«A gaytitude envolve as suas reivindicações na bandeira dos direitos humanos. Ou seja, na vulgata ideológica do Ocidente. Uma vulgata de uso alternativo através da qual o Império justifica todas as ingerências necessárias para os seus interesses. E que, junto a uma cultureta consumista – da qual os gays são ícones destacados – constitui, hoje em dia, o património espiritual do Ocidente. Um pensamento único de cunho americano, mas de vocação universal. A submissão a este pensamento e a celebração dos gays vão de par em par. Uma sociedade que lhes preste a devida reverência é uma sociedade devidamente “normalizada”, conforme ao molde americano.

O protagonismo cultural dos gays segue a par de uma tendência cujo mero enunciado crispa os bem-pensantes: a feminização total do corpo social. Um fenómeno sobre o qual já existe uma extensa leitura sociológica, e que se manifesta em fenómenos tais como o predomínio do afectivo sobre o racional, a sentimentalização da política, a crise da autoridade paterna, a ênfase sobre o bem-estar individual e a “auto-ajuda”, a vitória do pensamento psicologizante e da “intuição” sobre a análise categórica e objectiva. De facto o protagonismo do sexual e o recuo da vida privada é concomitante à assunção internacional do movimento gay. Uma tendência muito benéfica para o poder, porque fragmenta a reivindicação política e evita pensamentos “perigosos” que apontem a dimensões colectivas, tais como as análises de classe, povo, nação, etc. Estamos a anos-luz do velho marxismo, um caso bem claro, goste-se ou não, de virilidade espiritual

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«La gaytitud envuelve sus reivindicaciones en la bandera de los derechos humanos. Es decir, en la vulgata ideológica de Occidente. Una vulgata de uso alternativo por la que el Imperio justifica todas las ingerencias necesarias para sus intereses. Y que unido a una cultureta consumista –de la que los gay son destacados iconos – constituye hoy por hoy el patrimonio espiritual de Occidente. Un pensamiento único de impronta americana, pero de vocación universal. La sumisión frente a ese pensamiento y la celebración de los gay van a la par. Una sociedad que les rinda la debida pleitesía es una sociedad debidamente “normalizada” conforme al troquel americano.

El protagonismo cultural de los gay va a la par de una tendencia cuyo mero enunciado crispa a los bienpensantes: la feminización total del cuerpo social. Un fenómeno sobre el que ya existe una extensa literatura sociológica, y que se manifiesta en fenómenos tales como el predominio de lo afectivo sobre lo racional, la sentimentalización de la política, la crisis de autoridad de los padres, el énfasis sobre el bienestar individual y la “autoayuda”, la victoria del pensamiento psicologizante y de la “intuición” sobre el análisis categórico y objetivo. De hecho el protagonismo de lo sexual y el repliegue sobre la vida privada es concomitante a la puesta de largo internacional del movimiento gay. Una tendencia muy beneficiosa para el poder, porque fragmenta la reivindicación política y evita pensamientos “peligrosos” que apunten a dimensiones colectivas, tales como los análisis de clase, pueblo, nación, etc. Estamos a años luz del viejo marxismo, un caso bien claro, guste o no guste, de virilidad espiritual

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