Crónicas do Grande Despertar | Crónicas del Gran Despertar

13/08/2022

A Grande Substituição | La Gran Sustitución



«A Grande Substituição não é um conceito, infelizmente. É muito pior que um conceito, é a realidade quotidiana, é algo que as pessoas podem observar todas as vezes que caminham pela rua. É simplesmente a mudança de povo. Há um povo num determinado país; mediante um movimento extremamente rápido, e que se está a acelerar, há outro povo, o que implica necessariamente outra civilização – já que é um conceito muito depreciativo dos povos, dos indivíduos, pensar que com outra população que tem a sua própria cultura, a sua própria civilização, pode-se continuar a ter o mesmo povo. A Grande Substituição é simplesmente a substituição de um povo por outro: nas ruas, no metro, nas universidades, nas escolas, sobretudo nas prisões, porque é aí que a mudança está mais avançada. […]

Quanto a quem sai beneficiado pela mudança do povo, podemos sempre acusar uns e outros; por exemplo, a grande finança internacional, os interesses nacionais que também ganham muito em ter à sua disposição o que eu chamo “o homem substituível”, ou seja, uma ficha num tabuleiro, que se pode deslocalizar incondicionalmente – o que é, evidentemente, o conceito mais depreciativo e mais baixo que se pode ter do indivíduo. Podemos incriminar os Estados Unidos, podemos incriminar a Europa, que é como um país saído da História, e este é o drama. Provavelmente foram as catástrofes da primeira metade do século XX que conduziram a esta saída da História, que constatamos diariamente. Tudo isso põe a descoberto a abdicação de toda a dignidade, uma rejeição a participar na História, ou seja, a considerar-se como um actor da situação histórica. […]

Que soluções aplicar ao grande mal que sofremos? […] É preciso descartar o que designo como “substitucionistas”, os que se aproveitam da Grande Substituição. Por exemplo, os partidos do poder que já contam eleitoralmente com os substitutos, a sua clientela eleitoral. Crêem ter nesses substitutos a garantia da sua permanência eterna no poder. Temos de unir-nos todos os que estamos horrorizados por esta espécie de desvanecimento de uma civilização outrora grande, bela e prestigiada, e que não tem motivos para ser abandonada em favor de outras que não valem tanto, muito menos neste território que foi o lugar dos seus méritos.»

* * * *

«La Gran Sustitución no es un concepto, lamentablemente. Es mucho peor que un concepto, es una realidad cotidiana, es algo que las personas pueden observar cada vez que caminan por la calle. Es simplemente el cambio de pueblo. Hay un pueblo en un país determinado. Mediante un movimiento extremadamente rápido, y que además se va acelerando, hay otro pueblo, lo que implica necesariamente otra civilización, ya que es un concepto muy despreciativo de los pueblos, de los individuos, pensar que con otra población que tiene su propia cultura, su propia civilización, se puede seguir teniendo el mismo pueblo. La Gran Sustitución es simplemente la sustitución de un pueblo por otro: en las calles, en el metro, en las universidades, en las escuelas, sobre todo en las cárceles, ya que es ahí donde el reemplazo está más avanzado que en otras partes. […]

En cuanto a quién beneficia el cambio de pueblo, siempre podemos acusar a unos y a otros, por ejemplo, a la gran finanza internacional, los intereses nacionales que por supuesto ganan mucho en disponer lo que yo llamo el "hombre reemplazable", es decir una ficha en un tablero, que se puede deslocalizar incondicionalmente, lo que es evidentemente el concepto más despreciativo y más bajo que se puede tener del individuo. Podemos incriminar a los Estados Unidos, podemos incriminar a Europa, que es como un país salido de la Historia, éste es el drama. Es el hecho de que probablemente las catástrofes de la mitad del siglo XX han conducido finalmente a esta salida de la Historia que constatamos a diario. Todo eso pone al descubierto la abdicación de toda dignidad, un rechazo a participar en la Historia, es decir, considerarse como un actor de la situación histórica. […]

¿Qué soluciones aplicar al gran mal que sufrimos? […] Hay que deshacerse de lo que llamo los "reemplacistas", que se benefician de la Gran Sustitución. Por ejemplo, los partidos con poder ya cuentan electoralmente con los reemplazantes, su clientela electoral. Creen tener en esos reemplazantes la garantía de su permanencia eterna en el poder. Tenemos que unirnos todos los que estamos horrorizados por esta especie de desvanecimiento de una civilización que fue grande, prestigiosa, hermosa y que carece de motivos para ser abandonada en favor de otras que no valen tanto, en todo caso, no en el territorio que fue el lugar de sus méritos.»

Sem comentários:

Enviar um comentário