Crónicas do Grande Despertar | Crónicas del Gran Despertar

09/10/2022

A luta de classes hoje | La lucha de clases hoy



«A ordem neoliberal actua hoje como uma águia com duas asas: temos a asa esquerda de farpela cor-de-rosa, e também a asa direita azulada do dinheiro. A direita e a esquerda neoliberais, subordinadas ao capital, representam os de cima contra os de baixo, o capital contra o trabalho, a globalização capitalista contra as nações soberanas e democráticas. Por isso em Itália voltou a ganhar o Partido Único articulado neoliberal, com a sua alternância sem alternativa. […] Por isso, o verdadeiro gesto revolucionário que há a fazer consiste, em primeiro lugar, superar a dicotomia direita-esquerda, que beneficia unicamente os de cima, para criar uma nova geografia política dos de baixo, ou seja, do Povo das classes trabalhadoras das classes médias. […]

Hoje é necessário ter ideias de esquerda e valores de direita, e por ideias de esquerda entendo a defesa do trabalho e a solidariedade, a comunidade e os interesses das classes trabalhadoras. Por direita entendo a pátria e a família, a honra e a transcendência. Nada disto se consegue encontrar hoje em dia, nem na direita de um azul deslavado nem na esquerda cor-de-rosa neoliberal, que são simples apêndices da cultura do nada cosmopolita.

A luta de classes existe e, como dizem as próprias classes dominantes, estão a ganhá-la sob a forma de um massacre em sentido único. A luta de classes existe hoje em dia, mas não sob a forma como Marx a pensou: a nova composição de classes apresenta de facto em cima o bloco oligárquico financeiro capitalista, e na base a união da média burguesia e das classes trabalhadoras. Nas palavras de Hegel, o amo global elitista contra o servo nacional popular. Mas a diferente luta de classes do nosso presente tem também a ver com o facto de não se tratar apenas de uma luta material e económica, como o é certamente. Trata-se também de uma luta cultural e espiritual, porque o elitista Amo Global está enraizado no relativismo pós-moderno e niilista, na cultura do cancelamento e na nova ordem mental que reflecte o nada da forma mercantil globalizadora. O Servo Nacional do Povo, pelo contrário, continua enraizado na História e na cultura, na tradição e na comunidade, nos laços com os territórios e com as pessoas, com o Sagrado e com a transcendência, pelo que a luta de classes é também uma luta cultural, que se apresenta igualmente como uma luta entre os fluxos do território, e a regulação, entre a desregulação e as normas que podem dar sentido ao mundo e à existência. A chamada cultura do cancelamento, que não é uma cultura do apagamento, mas consiste em apagar toda a cultura, é o que melhor expressa a civilização do nada da actual classe plutocrática mundial, assim como o movimento de desenvolvimento do capital que precede como o nada, do conhecido filme e livro A História Interminável. Combater na luta de classes significa, no presente, defender os interesses das classes médias e trabalhadoras, tratar de ir além da coisificação do capitalismo; mas também tratar de deter o avanço do nada tecno-capitalista valorizando a nossa civilização, a nossa história, a nossa cultura. Por isso, hoje em dia, defender Platão e Aristóteles não é, para Dotti, um gesto aristocrático importante, mas um gesto fundamental para defender a nossa civilização.»

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«El orden neoliberal actúa hoy como un águila con dos alas: tenemos el ala izquierda rosa del vestido, y luego el ala derecha azulada del dinero. La derecha y la izquierda neoliberales, supeditadas al capital, representan a los de arriba contra los de abajo, al capital contra el trabajo, a la globalización capitalista contra las naciones soberanas y democráticas. Por eso en Italia ha vuelto a ganar el Partido Único articulado neoliberal, con su alternancia sin alternativa. […] Por eso, el verdadero gesto revolucionario que hay que hacer consiste, en primer lugar, en superar la dicotomía de la derecha y la izquierda que beneficia únicamente a los de arriba para crear una nueva geografía política de los de abajo, es decir, del Pueblo de las clases trabajadoras de las clases medias. […]

Hoy es necesario tener ideas de izquierdas y valores de derechas, y por ideas de izquierdas entiendo la defensa del trabajo y la solidaridad, la comunidad y los intereses de las clases trabajadoras. Por derecha entiendo la patria y la familia, el honor y la trascendencia. Nada de esto se puede encontrar hoy en día ni en la derecha de un azul desvaído ni en la izquierda rosa neoliberal, que son simples apéndices de la cultura de la nada del capital cosmopolita.

La lucha de clases existe y, como dicen las propias clases dominantes, la están ganando en forma de masacre de clase en un solo sentido. La lucha de clases existe hoy en día, pero no en la forma en que Marx la pensó: la nueva composición de clases presenta de hecho en la cima el bloque oligárquico financiero capitalista, en la base la unión de la burguesía media y las clases trabajadoras. En palabras de Hegel, el amo global elitista frente al siervo nacional popular. Pero la diferente lucha de clases de nuestro presente tiene que ver también con el hecho de que no es sólo una lucha material y económica, como ciertamente lo es. También se trata de una lucha cultural y espiritual, porque el elitista Amo Global está enraizado en el relativismo posmoderno y nihilista, en la cultura de la cancelación y en el nuevo orden mental que refleja la nada de la forma mercantil globalizadora. El Siervo Nacional del Pueblo, en cambio, sigue enraizado en la historia y en la cultura, en la tradición y en la comunidad, en los lazos con los territorios y con las personas, con lo Sagrado y con la trascendencia, por lo que la lucha de clases es también una lucha cultural, que se presenta también como una lucha entre los flujos del territorio, y la regulación, entre la desregulación y las normas que pueden dar sentido al mundo y a la existencia. La llamada cultura de la cancelación, que no es una cultura del borrado, sino que consiste en borrar toda la cultura, es lo que mejor expresa la civilización de la nada de la actual clase plutocrática mundial, así como el movimiento de desarrollo del capital que precede como la nada de la conocida película y libro La historia interminable. Combatir en la lucha de clases hoy en día significa defender los intereses de las clases medias y trabajadoras, tratar de ir más allá de la cosificación del capitalismo; pero también tratar de detener el avance de la nada tecno-capitalista valorando nuestra civilización, nuestra historia, nuestra cultura. Por eso, hoy en día, defender a Platón y Aristóteles no es, para Dotti, un gesto aristocrático de bulto, sino el gesto fundamental de defender nuestra civilización.»

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