«É habitual os impérios sofrerem uma morte lenta e dolorosa ao negar a causa do seu colapso. A queda do mundo capitalista dirigido pelos Estados Unidos começou há mais de meio século e tem sido adiada pelas vagas de falsa riqueza alimentadas pela criação de dinheiro (dívida) da qual se beneficiou uma pequena elite, enquanto sobrecarregava as massas com dívidas e miséria.
O actual capitalismo financeiro baseia-se na impressão e difusão de dinheiro sem sentido, para compensar a mais-valia que desaparece rapidamente. Se os EUA tiveram um período de crescimento relativo nos anos 90, apesar dos baixos salários e do aumento da produtividade, tal deveu-se ao consumo que se sustentou cada vez mais no crédito.
A globalização proporcionou uma saída para o “esgotado modo de produção fordista” mas, ao mesmo tempo, amarrou-se a pirâmides de dívida progressivamente maiores e a excessos especulativos, fazendo com que o sistema se tornasse cada vez mais instável.
A ‘pandemia’ foi utilizada como um escudo global para a impressão de dinheiro e para um endividamento sem precedentes: durante a crise das taxas de juro, a Reserva Federal imprimiu mais dinheiro fiduciário num ano do que em todos os seus programas de estímulo monetário desde 2008. No entanto, Vigh afirma que é provável que a crise da dívida e do mercado de valores se adie um pouco mais. O grande final – “um colapso bíblico para além da mais destravada imaginação, desencadeado pela explosão de uma hiper-borbulha no mercado da dívida” – é actualmente protelado pelo “impacto da inflação na economia real”.
Isto significa que o “índice de miséria” (a combinação da inflação e do desemprego) continuará a subir. Assim, em certo sentido, estamos a regressar à “pré-história do capitalismo”, uma sociedade de classes com uma elite rica, e pobres. A actual “violência bio e geopolítica” (vírus, guerra e outras futuras emergências mundiais) é parte integrante deste processo: uma tentativa deliberada de controlar o colapso por meios autoritários.
Segundo Vigh, que leu Marx, só temos uma opção real: ou nos libertamos “dos modelos de mercadoria, do valor e da moeda, e portanto do modelo do capital como tal”, ou nos veremos arrastados a “uma nova era obscura de violência e reacção”. Dada a ganância e a ânsia de poder dos círculos financeiros, a última opção é, para nossa desgraça, a mais provável.» (Markku Siira / Fabio Vighi)
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«Es común que los imperios sufran una muerte lenta y dolorosa al negar la causa de su colapso. La caída del mundo capitalista dirigido por Estados Unidos comenzó hace más de medio siglo y sólo se ha retrasado por las oleadas de falsa riqueza alimentadas por la creación de dinero (deuda) que ha beneficiado a una pequeña élite mientras cargaba a las masas con deudas y miseria.
El capitalismo financiero actual se basa en la impresión y difusión sin sentido de dinero para compensar la plusvalía que desaparece rápidamente. Si EE.UU. tuvo un periodo de crecimiento relativo en los años 90, a pesar de los bajos salarios y el aumento de la productividad, fue porque el consumo se sustentó cada vez más en el crédito.
La globalización proporcionó una salida al "agotado modo de producción fordista", pero al mismo tiempo se ató a pirámides de deuda cada vez mayores y a excesos especulativos, haciendo que el sistema fuera cada vez más inestable.
La 'pandemia' se utilizó como escudo global para la impresión de dinero y el endeudamiento sin precedentes: durante la crisis de los tipos de interés, la Reserva Federal imprimió más dinero fiduciario en un año que en todos sus programas de estímulo cuantitativo desde 2008. Sin embargo, Vigh afirma que es probable que la crisis de la deuda y del mercado de valores se retrase aún más. El gran final – "un colapso bíblico más allá de nuestras más descabelladas imaginaciones, encendido por la explosión de una hiperburbuja del mercado de deuda"- se está posponiendo actualmente por el "bombo de la inflación en la economía real".
Esto significa que el "índice de miseria" (la combinación de la inflación y el desempleo) seguirá aumentando. Así que en cierto sentido estamos volviendo a la "prehistoria del capitalismo", una sociedad de clases de élites ricas y pobres. La actual "violencia bio y geopolítica" (virus, guerra y otras futuras emergencias mundiales) es parte integrante de este proceso; un intento deliberado de controlar el colapso por medios autoritarios.
Según Vigh, que leyó a Marx, sólo tenemos una opción real: o nos liberamos de "las formas de la mercancía, el valor y la moneda, y por tanto de la forma del capital como tal", o nos vemos arrastrados a "una nueva era oscura de violencia y reacción". Dada la codicia y el ansia de poder de los círculos financieros, la última opción es, por desgracia, la más probable.» (Markku Siira / Fabio Vighi)
El capitalismo financiero actual se basa en la impresión y difusión sin sentido de dinero para compensar la plusvalía que desaparece rápidamente. Si EE.UU. tuvo un periodo de crecimiento relativo en los años 90, a pesar de los bajos salarios y el aumento de la productividad, fue porque el consumo se sustentó cada vez más en el crédito.
La globalización proporcionó una salida al "agotado modo de producción fordista", pero al mismo tiempo se ató a pirámides de deuda cada vez mayores y a excesos especulativos, haciendo que el sistema fuera cada vez más inestable.
La 'pandemia' se utilizó como escudo global para la impresión de dinero y el endeudamiento sin precedentes: durante la crisis de los tipos de interés, la Reserva Federal imprimió más dinero fiduciario en un año que en todos sus programas de estímulo cuantitativo desde 2008. Sin embargo, Vigh afirma que es probable que la crisis de la deuda y del mercado de valores se retrase aún más. El gran final – "un colapso bíblico más allá de nuestras más descabelladas imaginaciones, encendido por la explosión de una hiperburbuja del mercado de deuda"- se está posponiendo actualmente por el "bombo de la inflación en la economía real".
Esto significa que el "índice de miseria" (la combinación de la inflación y el desempleo) seguirá aumentando. Así que en cierto sentido estamos volviendo a la "prehistoria del capitalismo", una sociedad de clases de élites ricas y pobres. La actual "violencia bio y geopolítica" (virus, guerra y otras futuras emergencias mundiales) es parte integrante de este proceso; un intento deliberado de controlar el colapso por medios autoritarios.
Según Vigh, que leyó a Marx, sólo tenemos una opción real: o nos liberamos de "las formas de la mercancía, el valor y la moneda, y por tanto de la forma del capital como tal", o nos vemos arrastrados a "una nueva era oscura de violencia y reacción". Dada la codicia y el ansia de poder de los círculos financieros, la última opción es, por desgracia, la más probable.» (Markku Siira / Fabio Vighi)
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